martes, 27 de octubre de 2009

Notas sobre el rol de la Iglesia en la educación argentina desde la conquista hasta 1882

(exposición oral que presenté a la cátedra de "Historia de la educación", profesorado en Psicología de la UNR)
Siguiendo a Althusser podríamos decir que la escuela fue el aparato ideológico de la Iglesia hasta la sanción de la Ley 1420.
Pero, ¿por qué la Iglesia pudo ejercer esa influencia tan importante en nuestra tierra?
Veamos:
Dos corrientes educativo-culturales diferentes influyeron en nuestro país durante la época colonial: la del Norte y la del Plata.
• La corriente del Norte, originaria en el Perú, perteneció a la época de los Austrias, que dio lugar a la acción directa de las órdenes religiosas.
Los Austrias impusieron el absolutismo monárquico y mantuvieron la unidad religiosa que fue su mayor preocupación. España rechazó todo intento de renovación. Fue conservadora, se mantuvo alejada de las orientaciones renacentistas de los siglos XVI y XVII que proclamaban la emancipación del individuo de autoridades tradicionales Se convirtió en baluarte de la Contrarreforma. Con el apoyo de la Iglesia, la monarquía afirmó su absolutismo y el catolicismo, que entonces adquirió mayor preponderancia, condicionó la acción de la monarquía. Esto explica la íntima vinculación entre la Iglesia y el Estado que se evidenció durante la conquista y la colonización de América.
Prevaleció durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII. Su centro fue Córdoba y sus impulsores fueron los miembros de la Compañía de Jesús. El molde de la cultura fue la escolástica. Todas las manifestaciones culturales tenían base confesional y teológica.
• La corriente del Plata, en cambio, se impuso por la acción de funcionarios civiles. Fue renovadora y de la época de los Borbones.
Con el advenimiento de los Borbones, el absolutismo monárquico se transformó: el fundamento teológico del poder fue reemplazado por una concepción más laica. La nueva dinastía abrió la frontera a las nuevas ideas. La política progresista tomó medidas y reformas hasta cierto punto avanzadas en los terrenos económico y educativo. Decayó en parte el predominio de la teología y empezó a difundirse el pensamiento científico, especialmente las doctrinas modernas de las ciencias naturales.
Con la creación del Virreinato (1776) penetró la corriente del Plata que tuvo su centro en Buenos Aires y, nutrida con los ideales del movimiento renovador animado por Carlos III, fue preparando el pensamiento liberal que cristalizaría en el virreinato de Vèrtiz, en los hombres de Mayo y en las preocupaciones económico-educacionales de Belgrano.
¿Qué acciones llevó a cabo la Iglesia en educación?
1. La tarea de evangelizar y educar estuvo fundamentalmente a cargo de las órdenes religiosas, cuyos miembros empezaron a llegar junto con los conquistadores. Su acción, en un principio, se limitó a catequizar a los indígenas con un fuerte adoctrinamiento. Luego, fueron estableciendo escuelas en sus conventos. Los grandes educadores de la época colonial fueron los agustinos, dominicos, franciscanos, mercedarios y jesuitas, que durante trescientos años dirigieron intelectualmente las colonias. Fueron los encargados de enseñar a leer y escribir y hablar el español, religión, canto litúrgico, a los hijos de los caciques durante cuatro años a cada uno, para que éstos fueran propagandistas, enseñando luego a sus padres.
2. El sistema de las misiones de los jesuitas se adoptó desde los primeros años del siglo XVIII, convirtiendo a los indígenas al cristianismo, incorporándolos a la cultura europea y desarraigándolos de la propia e imponiéndoles orden, disciplina y trabajo. Los jesuitas fueron expulsados en 1767 por Carlos III.
3. Durante los primeros tiempos de la conquista no hubo preocupación por una educación elemental s. Pero, con las fundaciones comenzó a desarrollarse una enseñanza elemental promovida por la Iglesia y la Corona, particularmente por la Iglesia que recomendó a los sacerdotes enseñar religión, leer, escribir y contar. Para esto, los niños se reunían dos veces por día, en casas construidas cerca de la Iglesia en cada población.
4. Los franciscanos que acompañaron a los fundadores de casi todas las ciudades capitales de nuestras actuales provincias, fueron los que iniciaron la apertura de escuelas de primeras letras a poco de instalar sus conventos donde la enseñanza fue gratuita. Con el tiempo a estas escuelas se agregaron las creadas en las parroquias. Las escuelas preferidas siempre fueron las de los conventos, pues la instrucción de los religiosos era muy superior a la de los seglares que se dedicaban al magisterio. Se enseñaba lectura, escritura, las cuatro operaciones fundamentales de la aritmética y sobre todo la doctrina cristiana. Predominaba el sistema de enseñanza basado en la memoria con la aplicación del método catequístico (preguntas y respuestas aprendidas de memoria) y repeticiones continuas hasta llegar a la posesión del conocimiento.
5. En los conventos también se impartían estudios equivalentes a los secundarios actuales y que eran preparatorios. Comenzaron en el siglo XVII en las aulas de gramática o latinidad y filosofía. Estuvieron a cargo del clero secular y regular porque existía la preocupación de dar sólida formación moral y religiosa a los jóvenes. Se destacaron como maestros los miembros de la Compañía de Jesús.
6. Todas las órdenes religiosas fueron fundando también escuelas elementales en sus conventos en todas las provincias.
7. En la universidad también participa la Iglesia: las clases, los textos y los exámenes eran en latín. La de Córdoba fue el único centro de estudios superiores que existió en nuestro país en la época de la colonia. Se remonta al siglo XVII y surgió del Colegio Máximo fundado por el Padre Diego de Torres de la Compañía de Jesús con la colaboración del obispo de Córdoba del Tucumán, fray Fernando de Trejo y Sanabria. La enseñanza fue escolástica porque estaba destinada a formar a los miembros del clero.
8. Los franciscanos llegan a la Universidad de Córdoba cuando deja de ser una institución jesuítica para convertirse en dependencia del rey. Incorpora los estudios jurídicos a los de Teología. Se inicia una etapa de lucha entre el clero secular y los franciscanos. Finalmente, los franciscanos son separados del gobierno de la Universidad.
9. Siendo el deán Funes rector de la Universidad de Córdoba alrededor de 1810 se propone levantar a la caída institución después de la partida de los jesuitas. Dividió los estudios en preparatorios y superiores. Se intensifican los estudios de carácter científico, pero siguen siendo más importante los estudios religiosos.
10. A fines del siglo XVIII, el obispo de Córdoba San Alberto afirmaba que la enseñanza debía ser práctica (como lo decían las nuevas ideas francesas). Ilustró primero al clero para que pudiera enseñar a pobladores que no sabían leer ni escribir, ni el catecismo. Preocupado siempre por la educación de niños y jóvenes, los formó en oficios varios (labradores, comerciantes, artesanos, tejedoras e hiladoras). Trabajo y religión fueron base de su interés educativo.
11. Expulsados los jesuitas en 1767, el grado cultural alcanzado por ellos decayó porque sus sucesores, regulares y seculares, no estaban a su altura. Entonces el Virrey Vértiz funda el Real Colegio San Carlos donde se enseña las doctrinas de San Agustín y Santo Tomás en bienes inmuebles expropiados a la Compañía de Jesús y por donde pasaron casi todos los hombres de la Revolución de Mayo.
12. El franciscano Castañeda apostaba a la ilustración del pueblo ya que estaba convencido que todo lo que las leyes no pueden hacer, lo hace la educación. Instala talleres de carpintería, herrería, relojería y pintura: verdadera escuela de artes y oficios.
13. La Iglesia también forma parte de las Juntas protectoras integradas también por el alcalde y un vecino. Vigilaban que se cumpliera con la enseñanza, ya obligatoria en escuelas de la campaña. El canónigo Saturnino Segurola es designado para el gobierno de escuelas de campaña y de la ciudad de Bs.As. Dictó un reglamento para designar maestros mediante un examen, evitar el castigo a los niños reemplazándolo por el estímulo. Pero, aclaraba que los niños “decentes” no debían mezclarse con los negros o mulatos.
14. La Iglesia apoya a Rosas y a los caudillos del interior. Saturnino Segurola es Inspector de escuelas en el gobierno de Rosas. Reimplanta dos textos: Lecciones de moral cristiana y el Catecismo del padre Astete. Rosas consideró a las escuelas privadas fundadas por Rivadavia, herejes, por descuidar la enseñanza de la doctrina cristiana e ignorar la religión del Estado y cerró las escuelas cuyos maestros no tenían fervor religioso. Rosas restableció la Compañía de Jesús permitiendo que abrieran aulas de gramática latina, griega y retórica, escuelas de primeras letras y cátedras de teología, derecho y matemática. Fueron muy concurridas por la juventud. Pero, los expulsa al cabo de seis años sin que se cerrara el colegio y siguiera su director.
A partir de Alberdi se dejan de lado la religión y la filosofía dando paso a las ciencias prácticas y aplicadas. En vez de teólogos y filósofos se necesitarán ingenieros, geólogos, naturalistas, comerciantes, hombres de industria.
La Iglesia comienza a declinar en educación.Siguiendo a Althusser, la escuela comenzará a operar como aparato ideológico del Estado. Será una escuela transformada por una ley que la redefine: la Ley 1420.

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