martes, 11 de mayo de 2010

Poner en otro lugar

Hoy, mejor dicho ayer (porque ya es la madrugada del martes) cumplí con un trámite que, más que necesario, fue importante, aunque parezca insignificante. El significado lo ponían la situación, las personas (yo una de ellas), el lugar: estuve en la escuela donde ejercí por última vez mi trabajo como docente de la escuela pública santafecina. Y el trámite en cuestión no fue otro que vaciar un armario, el mío, el que contuvo por cinco años, mis carpetas con planificaciones de gestión, con material pedagógico, con notas, apuntes, ideas, proyectos (los que quedaron atrapados en la letra o los que vieron la luz), incluso mi operativo equipo de mate (porque sentarse a tomar un café caliente es misión difícil en una escuela...)
Vaciar un armario: dejar espacio, resignificar un espacio, un tiempo, un trabajo. Existe un espacio nuevo: ex-siste, o sea, está fuera, es exterior. Y como exterior da la posibilidad, que aprovecharé, de poner allí, en otro lugar, otras carpetas, notas y apuntes con ideas y proyectos...y con el mate para acompañarme mientras leo, mientras me encamino en la comprensión de nuevos contenidos, mientras construyo una espera paciente, sin apuros, de los días que vendrán.
Continuaré el 31 de mayo, último día.

No hay comentarios.: