martes, 30 de marzo de 2010

Las tizas no se manchan con sangre

Maestros:  El lunes 5 de abril se cumple el tercer aniversario de la muerte del compañero Carlos Fuentealba. Recordemos su lucha y sinceremos nuestras prácticas para que su muerte no haya sido en vano.
(Lo que sigue a continuación fue extraído de Wikipedia).
Carlos Fuentealba nació en 1966 en Junín de los Andes, en la zona cordillerana de la provincia del Neuquén. Creció en el campo de una familia humilde, cerca del lago Lácar, en San Martín de los Andes, a unos 400 km al sur de la ciudad de Neuquén, donde realizó los estudios primarios. Se trasladó a la capital de la provincia para realizar sus estudios secundarios en una escuela industrial, donde se recibió de técnico químico.
Trabajó en diferentes empleos: laboratorio, supermercado y fábrica de jugo. En la década del 80 trabajó como administrativo en el Sindicato de la Construcción (UOCRA).
De esos años data su afiliación al Movimiento al Socialismo (MAS) del que se alejó en 1993. Recibido de docente en 2005, a los 38 años, comenzó a trabajar como profesor de química en el Centro Provincial de Enseñanza Media (CPEM) Nº 69 de la Cuenca XV, uno de los barrios más pobres del oeste de Neuquén. Allí fue elegido por sus compañeros como delegado sindical. En 2006 recibió el premio del “Rey del Colegio” como mejor profesor, distinción otorgada por los estudiantes.
El día en que murió, Fuentealba tenía 40 años y dos hijas de 10 y 14 años.

La manifestación de Arroyito y su muerte a manos de un policía

En el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, perteneciente a la CTERA, se decidió hacer un corte de la ruta 22 a la altura de Arroyito el 4 de abril de 2007, como medida de protesta. La decisión fue tomada en asamblea por la mayoría de los afiliados al sindicato. Fuentealba no compartía la decisión de hacerla en ese lugar porque lo consideraba peligroso, pero accedió a la voluntad de la mayoría. Ese día la policía provincial recibió la orden del Gobernador Jorge Sobisch de impedir que los manifestantes cortaran la ruta, para garantizar el libre tránsito en la misma.
Al llegar al lugar y antes de que se efectivizara el corte de ruta, los docentes fueron desalojados con balas de goma, gases lacrimógenos y un carro hidrante en dos ocasiones. Muchos se refugiaron en una estación de servicio cercana y otros eran perseguidos por policías a pesar de haberse retirado de la ruta. Tras una conversación entre dirigentes y policías en la estación de servicio, se detuvo el accionar policial y los docentes se retiraron en grupo, a pie y en autos, hacia la ciudad de Senillosa, escoltados por camionetas policiales. Luego, sin aviso, las camionetas policiales se adelantaron a la caravana, encerrándola y reanudaron el uso de la fuerza.
Fuentealba se encontraba en el asiento trasero de un auto Fiat 147 que se retiraba del lugar, cuando el policía José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales (G.E.O.P.) de la ciudad próxima de Zapala, disparó una granada de gas lacrimógeno hacia el auto, que se encontraba a unos 2 metros de distancia. El cartucho de gas lacrimógeno atravesó el vidrio del vehículo e impactó en la nuca a Fuentealba, causándole un hundimiento de cráneo. En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones y finalmente murió al día siguiente.

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